Estoy casi segura de que alguna vez has escuchado hablar de la mastitis, pero quizá no le prestaras tanta atención o simplemente fuera un tema que pasaba desapercibido para ti. Sin embargo, si has llegado hasta aquí lo más probable es que estés pasando por esta situación o que tengas sospechas de que puedes estar desarrollándola.
Si es así, seguramente vengan a tu cabeza algunas de las siguientes cuestiones: ‘¿Cómo empiezan los síntomas?’ ‘¿Qué se debe hacer cuando se tiene mastitis?‘ ‘¿Cuánto tiempo tarda en sanar una mastitis?’ ‘¿Cuáles pueden ser sus causas?’, entre muchas otras a las que estarás deseando poner una respuesta.
Así que, en este artículo de BHealthy aclararemos todas tus dudas para darte toda la información sobre la mastitis que necesitas tener en tus manos con el objetivo de empoderarte de tu salud y cuidarte durante este proceso pasajero de la mejor forma posible y con los consejos y las herramientas adecuadas.
No obstante, siempre que sospeches de que algo no anda bien en tu cuerpo, y en este caso en tu pecho después del embarazo, es primordial que acudas a tu profesional de confianza para que te explore, descarte otras patologías, te diagnostique y te indique cómo tratar la mastitis debidamente antes de tomar en consideración otras recomendaciones que pueden ser de apoyo.
Dicho esto, ¡comenzamos! 🤗
¿Qué es la mastitis? TODO LO QUE NECESITAS saber
La mastitis, es una inflamación del tejido mamario que se suele dar en el período de lactancia. Es decir que, lo que ocurre durante la mastitis, es que generalmente una de las mamas se inflama a causa, o no, de una infección que provoca dolor en el pecho tras el embarazo.
Tal y como te decíamos, esta inflamación periductal, también conocida como enfermedad de Zuska, puede darse en mujeres que no están en período de lactancia e incluso, a veces, en hombres; sin embargo, lo más común, y sobre todo lo que nos trae hasta aquí hoy, es el desarrollo de la mastitis en la mujer lactante.
Se estima que alrededor del 10% de las madres que dan el pecho a su bebé sufren esta inflamación mamaria durante el proceso y que, además, es una de las principales causas de que estas, debido a la sensibilidad y dolor que padecen durante la mastitis, dejen de optar por la lactancia materna como opción para alimentar a su pequeño por no saber o entender cómo abordar el problema.
Y esto puede derivar en la culpa y en una depresión postparto por creer que eres mala madre cuando ya te voy avisando de que para nada es así. Simplemente a veces nos toca pasar por momentos complicados durante la maternidad para aprender del proceso y darnos cuenta de que lo estamos haciendo lo mejor que podemos y sabemos.
Por eso, y en este caso, es super importante que recojas toda la información posible, ya que, aunque es una afección que al inicio resta calidad de vida y puede afectar a nivel emocional, cuando comprendes por qué sucede y cómo tratarla correctamente, pronto recuperas esas ganas de conectar con tu bebé a través de la lactancia materna que tantos beneficios tiene para su salud.
TIPOS DE MASTITIS, CARACTERÍSTICAS Y SÍNTOMAS
Entre las mastitis más comunes destacan 3 tipos diferentes que difieren en rasgos y síntomas:
- Típica o aguda, que es la habitual en mamás que dan el pecho
- Subaguda o subclínica, que no suele percibirse con sintomatología externa
- Crónica o recurrente, que es aquella que se repite en varias ocasiones durante la lactancia por tratamiento tardío o inadecuado
No obstante, para que conozcas más detalles sobre los distintos tipos de mastitis que existen, puedes echar un ojo a esta imagen en la que te explicamos todas las características de cada uno de los tipos de inflamación en el tejido mamario:
Como ves, son varios los síntomas de la mastitis y distintos entre ellos según el tipo de inflamación de las mamas ante el que te encuentres; no obstante, los síntomas principales y que más suelen darse en las mujeres que la padecen son los siguientes:
- Inflamación e hinchazón en el pecho
- Dolor o sensibilidad cuando el bebé está amamantando
- Sensación de ardor
- Enrojecimiento de la zona y calor al tacto
- Fiebre, cansancio, escalofrío y malestar general
Todos estos signos de la mastitis nos pueden ayudar a reconocerla al mismo tiempo que son una señal de que el cuerpo está trabajando contra esa infección y tratando de ponerle solución; por lo que es importante que tomes consciencia de cómo te encuentras, ya que al inicio de la lactancia materna es normal sentir cierta sensibilidad en el pecho, sobre todo cuando el agarre del bebé aún no es correcto.
Por tanto, es fundamental diferenciar ese pequeño dolor que pasará rápidamente y en cuanto te acostumbres, del que se produce al amamantar con mastitis de cara a ponerle solución lo antes posible entre las formas de tratar la mastitis que te recomiende tu doctora de confianza, y las recomendaciones que te dejamos al final de este artículo 😉
CAUSAS DE LA MASTITIS: CUÁNDO COMIENZA Y POR QUÉ OCURRE
La inflamación del tejido mamario durante la lactancia suele iniciarse entre la semana 6 y 12 del postparto, por lo que el principio de mastitis se desarrolla alrededor del segundo mes tras haber dado a luz. No obstante, y aunque esto es lo más habitual, en algunas mujeres lactantes la mastitis puede aparecer más tarde, incluso meses después.
‘Pero… ¿cómo saber si tengo mastitis y qué hacer al respecto?’
Al igual que cuando coges gripe lo detectas casi enseguida, en este caso también lo harás, pues tanto tu pecho como tu cuerpo te avisarán a través de los distintos síntomas de la mastitis que hemos comentado un poquito más arriba.
Además, si es recurrente, en algunos casos se realizan ecografías de mamas e incluso extracciones y cultivos de la leche materna para ampliar información y/o descartar cualquier otra causa de dichos síntomas. ¿Y después? Tras la sospecha quedará acudir a tu médico y que se encargue de ponerte tratamiento en caso de infección.
‘¿Cómo que en caso de infección?’ ‘¿Es que puede haber otras causas para la mastitis?’
¡Efectivamente! De hecho, lo más frecuente es que la mastitis aparezca por obstrucciones de la leche en el pecho que no se han tratado a tiempo o de forma correcta y que pueden ir o no acompañadas de una disbiosis, es decir, de un desequilibrio en la microbiota de la mama o, lo que es lo mismo, una infección por patógenos.
Cuando la leche materna se retiene en los alveolos se provoca un bloqueo en los conductos del pecho sin dar salida, lo que produce la inflamación de la mama (pues la mastitis durante la lactancia suele darse en un solo pecho) que, si se complica, existe el riesgo de contraer una infección.
‘Y… ¿cuánto tiempo tarda en quitarse una mastitis?‘ O mejor dicho, ¿cuánto dura la mastitis?
¡Todo depende! Y es que cada caso de mastitis es diferente y cada mamá también, y puede haber muchos factores detrás que determinen el tiempo que dura una mastitis o cuánto tarda en curar una mastitis.
Normalmente, si estamos ante una mastitis con infección, la duración dependerá del tratamiento antibiótico que se decida realizar y de que no haya recidivas y reaparición de patógenos. Por otro lado, si no hay patógenos, la mejora y cura de la mastitis dependerá de si se siguen las recomendaciones para la mastitis de forma correcta.
CÓMO PREVENIR Y TRATAR LA MASTITIS
Ya lo dice el dicho: “Es mejor prevenir que curar”.
No obstante, y aunque a continuación te dejamos una lista de consejos para curar la mastitis rápido y sanar la mastitis de forma natural, el tratamiento para la mastitis es algo que debe ser pautado por un profesional cualificado en caso de que la inflamación en los senos curse con infección.
Para prevenir la mastitis, una de las mejores recomendaciones es dar el pecho cambiando siempre de uno a otro en cada toma para que ambos senos puedan extraer la leche materna y, de esta forma, evitar la mastitis y el desarrollo de infecciones mamarias. Además, y aunque amamantar con mastitis no es fácil, también es una táctica clave para sanar la mastitis.
¡Y no! ¡Tranquila! No hay riesgos para el bebé. Y de hecho el mejor remedio es dar el pecho para desinflamar la inflamación del tejido mamario rápidamente; sobre todo si, a la hora de dar de lactar al peque cuando este tiene más hambre, comienzas por el pecho afectado, pues el bebé succionará con mayor energía y vaciará el seno por completo.
Otros consejos para quitar la mastitis y/o prevenir esta afección son los siguientes:
- Alterna las posturas para dar el pecho en cada toma y asegúrate de que el agarre del bebé es correcto para evitar posibles heridas.
- Debes estar segura de que las mamas se vacían por completo y, en caso de no conseguirlo, utilizar la extracción por bombeo o probar a aplicar paños calientes y húmedos en la zona antes de amamantar.
- Haz masajes en tu pecho durante la lactancia materna o la extracción de la leche desde la parte afectada hacia el pezón.
- Evita el uso de sujetadores con aros y que puedan presionar demasiado el pecho.
- Una vez llegado el momento del destete, hazlo poco a poco para que los pechos dejen de producir leche a buen ritmo y sin derivar en inflamación.
- Confía en ti, en tu capacidad para dar el pecho y en tu capacidad innata para ser mamá. Escucha todas las sensaciones que vayas sintiendo, y actúa como sientas que quieres hacerlo. Nadie mejor que tu,os conoce a ti y a tu peque.
- Y para mi un punto muy importante para resolver la mastitis y que ha ayudado a muchas mujeres a las que he acompañado: Pregúntate qué es aquello de la lactancia que te hace sufrir o que que no te deja estar del todo bien. Ponle palrabras, exprésalo con quien sientas esta dificultad y verás que la situación se resuelve más rápido de lo que imaginas;)
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No pierdas la oportunidad de acceder a información valiosa y útil que te ayudará a tomar decisiones informadas. Un abrazo y… ¡BHealthy!
