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DEPRESIÓN POSTPARTO

En los últimos artículos de BHealthy hemos hablado de cuestiones como las rampas en el embarazo o el dolor de espalda durante el embarazo. Sin embargo, hoy vamos a tocar un tema que nada tiene que ver con lo físico, sino con lo emocional: la depresión postparto.

Sentir que estás sola, que la culpa es tuya, que eres un fracaso como pareja, madre y mujer. Creer que has perdido el control de tu vida y que no volverás a ser la que eras. Querer regresar a tu vida de antes del embarazo. Avergonzarte por no disfrutar de tu bebé.

¿Te resuena? Todas estas emociones pueden deberse a dos cosas: Estar mentalmente agotada por todos los cambios físicos y personales que supone tanto el embarazo como el puerperio o estar sufriendo una depresión postparto.

Y, ¿cómo saber si tengo depresión postparto o tan solo es ese cansancio mental? Pues bien, en este artículo resolveremos esta y otras dudas sobre la depresión tras el embarazo para que entiendas por qué puede ocurrir y, sobre todo, para que encuentres una solución para la depresión postparto.

‘CREO QUE TENGO DEPRESIÓN POSTPARTO’

Antes de auto diagnosticarte (cosa que no deberías hacer por tres o cuatro síntomas que leas y con los que te sientas identificada), vamos a ver qué es la depresión postparto, cuáles son las causas del trastorno depresivo tras el embarazo, qué pensamientos suele tener una madre con depresión puerperal y cómo actúa ante esta situación.

Lo que se conoce como depresión postparto es un trastorno en el que la madre sufre alteraciones constantes en su estado de ánimo que se alargan en el tiempo y que la afectan no solo a ella, sino también a su entorno, a su calidad de vida y a su bebé.

Aunque ya mismo quiero que quede bien claro que tener depresión postparto NO es sinónimo de ser mala madre. ¡Ni muchísimo menos!

Tener depresión tras el embarazo no significa que seas mala madre

Ten en cuenta todo lo que has vivido durante los últimos meses: Alteraciones físico-corporales, bailes de hormonas que un día suben y al siguiente bajan, una barriguita que cada vez pesaba más, dolores musculares, cambios de humor.

Luego el parto, un momento super bonito y especial a la par que doloroso y, en algunos casos, traumático: ya sea por una cesárea imprevista o por violencia obstétrica, por ejemplo.

Y tras todo esto, una vida que cambia de la noche a la mañana, nuevos contextos, noches en vela, un bebé al que cuidar, proteger y querer y poco tiempo para pensar en ti misma.

Al fin y al cabo, son situaciones que acaban mermando la salud mental de la madre y que dejan a esta completamente agotada y sin ánimos. Por no hablar de que las hormonas siguen jugando un papel increíblemente importante.

ENTONCES, ¿SON ESTAS LAS CAUSAS DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO?

Bueno, podríamos decir que sí, que no y que depende; pues todos los escenarios de los que te he hablado con anterioridad podrían ser disparadores de la depresión tras el parto.

Sin embargo, no a todas las madres se les cae el mundo encima ni padecen un trastorno depresivo después del embarazo por haber vivido esas situaciones. En ocasiones, simplemente es ese agotamiento que te mencionaba un poquito más arriba.

‘Vale, lo entiendo, pero siendo esto así, ¿cómo sé si tengo depresión postparto?’

Estaba esperando esta pregunta desde que entraste en el artículo. Y yo te respondo con lo siguiente: ‘¿Acabas de dar a luz?’, ‘¿cuánto llevas con estos sentimientos: días, semanas, meses?’, y los más importante, ‘¿disfrutas de tu bebé?’

Ahí está la clave. Porque podrás consolar a tu niño o niña y cubrir sus necesidades fisiológicas (y a veces ni siquiera esto); pero no encontrarás ningún tipo de disfrute en ello y, sumado a esto, la parte emocional del bebé, la del apego que tan necesaria es, quedará sin cubrir.

Además, la depresión postparto es continuada en el tiempo. No se trata de unos días más tristones en los que no tienes ganas de nada, que también, sino que es un estado duradero.

Por tanto, no se puede generalizar y, para más seguridad, lo conveniente es acudir a un profesional especializado en depresión postparto que pueda realizar una clínica correcta y darte un diagnóstico certero.

Ahora bien, si es cierto que existen tres posibles causas de la depresión postparto más específicas y que pueden darte una pista de si sufres esta circunstancia o no.

LAS CREENCIAS Y/O EXPECTATIVAS NO AYUDAN EN LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Estoy casi segura de que has escuchado mil veces frases como: ‘Lo mejor es dar a luz de forma natural’ o ‘deberás dar el pecho a tu bebé’. Además, las redes sociales están llenas de mamis cuyos partos son aparentemente idílicos y cuyos cuerpos, a las pocas semanas, parecen sacados de revista.

¡Pero esto no es así! ¡No es real! No existe el parto de ensueño en el que estés guapísima y peinadísima. No debes amamantar a tu pequeño si no quieres y no debes sentirte mal si no lo haces porque no puedes. No hay cuerpos perfectos tras dar a luz: todos tienen una historia, estrías, barriga postparto, cicatrices.

No hay cuerpos perfectos tras dar a luz: todos tienen una historia, estrías, barriga postparto, cicatrices.

El problema recae en el hecho de que las mujeres nos creamos unas expectativas absolutamente irracionales por lo que vemos y unas creencias sin fundamento por lo que escuchamos.

Y todo esto está detrás de la depresión postparto, agravando el problema cuando realmente tienes que ser consciente de que estar despeinada y con ojeras el día del parto es tan normal como tener una cesárea, no dar el pecho y tener un cuerpo con el que no te reconoces.

Es parte del proceso y lo primero es aceptarlo y saber que, si te cuidas, descansas, te tomas tiempo para ti, no te culpas por ello y pides ayuda en caso de que sea necesario, tarde o temprano la tormenta pasará.

‘ANTES DE QUEDARME EMBARAZADA MI SALUD MENTAL YA SE TAMBALEABA’

Por traumas de la infancia, por problemas familiares, económicos o de salud, por un trabajo o situación laboral insostenible; por estas y otras circunstancias probablemente antes de saber que ibas a ser mamá ya sufrías un trastorno depresivo.

Y, si esto es así, ni que decir tiene que todo lo vivido durante el embarazo (y que hemos comentado unas líneas atrás) sumado a la tendencia depresiva que venías arrastrando, podrían ser los triggers o disparadores de la depresión postparto.

En este caso, es muy importante que más pronto que tarde, resuelvas dichas preocupaciones para poder disfrutar de tu bebé y de todo el cariño y aprendizaje que tiene para darte.

¿QUÉ PAPEL JUEGAN LAS HORMONAS DURANTE LA DEPRESIÓN POSTPARTO?

Tras esa montaña rusa de emociones que se siente en la depresión después del embarazo están nuestras amienemigas las hormonas; en concreto, los estrógenos y la progesterona.

Ambas disminuyen durante las semanas posteriores al parto pudiendo afectar el estado de ánimo de la mujer:

Por un lado, con la bajada de estrógeno, que de normal estimulan el sistema nervioso central, también hay un descenso de endorfinas (unos neurotransmisores que provocan placer); por lo que es normal que te encuentres más irritable y con más ansiedad.

Por otro lado, la disminución de la progesterona tiene consecuencias similares; pues esta es la hormona de la calma y, si se descontrola: ¡Adiós tranquilidad!

Además, también está la oxitocina (también conocida como hormona de la felicidad), que se encarga de estimular las células de los tejidos mamarios para que, junto con la prolactina, haya leche materna para el bebé.

Y, en ocasiones, por situaciones de estrés o por la misma depresión postparto, no se llega a crear suficiente de esta hormona; lo que hace que la mamá esté más triste y todo se convierta en un círculo vicioso.

Las hormonas juegan un papel enorme en la depresión postparto

Como puedes comprobar, son muchos factores los que entran en juego: biológicos, psicológicos, personales, sociales; y, la mayoría de las veces, se dan varios a la vez. De ahí la importancia de pedir ayuda durante la depresión postparto.

¿QUÉ SIENTE LA MUJER AL TENER DEPRESIÓN POSTPARTO?

Esta pregunta es muy complicada porque eso solo lo sabe la mamá. Tan solo ella sabe cómo se siente durante el trastorno depresivo en el puerperio.

Aun así, muchas mujeres coinciden en diversos síntomas físicos y emocionales en la depresión postparto que son consecuentes entre sí:

  • Culpa, vergüenza, fracaso, oscuridad, soledad, incomprensión.
  • Falta de sueño y de apetito. O todo lo contrario.
  • Cansancio y fatiga extrema.
  • Dolores musculares y/o de estómago.
  • Falta de concentración y cambios de humor repentinos.
  • Ansiedad e ira.
  • Pensamientos recurrentes negativos.

Esta lista no es para que tú misma te puedas diagnosticar depresión postparto; sino para que sepas que estos signos pueden darse y que, si se alargan en el tiempo, dejarse ayudar es el primer paso para ponerles solución.

‘¿TENER DREPESIÓN POSTPARTO AFECTA A MI BEBÉ?’

Aquí no me quiero andar con rodeos: Sí, tener depresión postparto afecta al bebé.

Pero no quiero que te sientas mal por ello y, ante todo, ten presente que no es tu culpa, tú no decides tener depresión postparto; simplemente es una situación que muchas mamás sufren tras dar a luz por diferentes factores.

No obstante, es necesario que seas consciente de que tu bebé siente lo que tú sientes y que, esa profunda tristeza que se vive durante el tiempo que dura la depresión postparto, afecta de una u otra manera a tu pequeño.

¿En qué? ¿Por qué? ¿De qué manera?

Pues bien, debes tener en cuenta que un neonato es totalmente dependiente. El recién nacido no tiene la capacidad de cuidarse a sí mismo y necesita de su mamá, de su papá o de quien esté a cargo de él.

Y no solo para ser alimentado o bañado, sino también para recibir afecto y apego; ya que, durante los primeros meses y años de vida, el bebé está construyendo su psique y su sistema límbico.

Por tanto, necesita una base segura para su desarrollo, un entorno cercano y alegre, alguien que lo proteja, que lo enseñe y que sea su pilar, su refugio. Y si la circunstancia de la madre es la de un trastorno depresivo tras el parto que se alarga en el tiempo, el contexto que se crea para el bebé no será el adecuado.

Puede haber un retraso en el crecimiento, problemas en el lenguaje y en el desarrollo psicomotor, afectación en el descanso y alteraciones a nivel cognitivo, conductual y emocional, entre otros.

Tu bebé necesita estabilidad emocional para desarrollar su psique de forma óptima

Yo sé que estarás asustada porque lo último que quieres es que tu bebé sufra las consecuencias de la depresión postparto y desearías poder crear ese vínculo que tanto te está costando. Pero quiero que estés tranquila porque estoy casi segura de que llegará.

Eso sí, no por arte de magia. Y es que uno de los mayores consejos para la depresión postparto que puedo darte es que no lo prolongues en el tiempo: Tienes que permitirte estar mal, sí; pero también tienes que cuidarte a ti misma y con ayuda para poder cuidar a otro.

‘TENGO DEPRESIÓN POSTPARTO Y NECESITO AYUDA’

¡Eso es! No te avergüences y dilo porque es más habitual de lo que crees y no estás sola en esto, aunque creas que sí y que nadie te entiende.

Dejarse ayudar no siempre es fácil porque quieres intentarlo por ti misma, poder con todo; pero mami, lo que no se puede es con todo a la vez.

Al contrario de lo que se nos han enseñado durante toda la vida, pedir ayuda cuando no estamos pasando por un buen momento no es de débiles y, en este caso, no te hace peor mamá. Al revés: Eres una valiente de los pies a la cabeza.

Encuentra tu red de ayuda: Tu pareja, una amiga o amigo, un familiar cercano, alguien de confianza que te pueda echar una o dos manos en el proceso.

Y si tú que me estás leyendo eres parte de esa red y quieres saber cómo ayudar a alguien con depresión postparto, déjame decirte que, en ocasiones, con estar es suficiente.

A veces un abrazo, un ratito de conversación en la que la mamá se desahogue y donde no se sienta juzgada ni puesta en duda, una tarde de cine o un plan en casa son la mejor ayuda para una mujer que está sufriendo depresión postparto.

Y, aunque parezca contradictorio, darle espacio, encargarte tú del bebé, hacerla sentir segura y quitarle la culpa de tomarse un ratito para ella, son puntos clave para ayudar a una mujer con depresión tras el embarazo.

En ocasiones un abrazo ayuda más que cualquier palabra

OTROS CONSEJOS PARA SUPERAR LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Si bien es cierto que contar con personas vitamina a tu alrededor que sean un apoyo durante la depresión postparto, lo más importante es acudir a un profesional en trastornos depresivos tras el embarazo que pueda aliviar la incertidumbre y acompañarte en el proceso.

Que no te de miedo ni reparo el hecho de ir a terapia psicológica: ¡Es muy normal y válido!

Además, hay psicólogos que realizan cursos y talleres para mujeres con depresión postparto, de manera que las hacen sentir en un espacio más libre y cómodo en el que aprendas a autocompadecerte sin culpa, a cambiar tu discurso interno, a permitirte y abrazarte, a validar lo que siente y a curar heridas.

Asimismo, quizás conozcas a mamis que estén pasando por la misma situación y comiences a sentirte mucho más comprendida.

Así, poquito a poco, todos esos pensamientos tristes y oscuros que te rondan la cabeza durante la depresión tras dar a luz irán disipándose y podrás cuidar a tu bebé desde el cariño y el disfrute.

Por último, y aunque al principio no te apetezca nada de nada, recuerda que el ejercicio físico es sanador a nivel mental por la cantidad de endorfinas que se crean y que tienen el poder de hacernos sentir más tranquilas y felices.

Puedes salir a dar paseos o, si lo prefieres, echa un vistazo a nuestros programas de ejercicios para la recuperación postparto que, estoy segura, te van a ayudar en tu recuperación de la depresión tras el embarazo.

Y quiero que sepas que te comprendo, que ser mamá no es fácil, que hay una cara oculta en el embarazo y tras este, que son muchos cambios y que necesitas tu tiempo de adaptación a esta nueva vida.

Es por esto por lo que, junto con mi equipo, creamos BHealthy y aquí puedes ver cómo muchas mamás cuentan su experiencia con nosotros tanto durante como después del embarazo.

Te mando mucho ánimo, mucho cariño y un gran abrazo.

¡BHealthy física y mentalmente!

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