Parto inducido

Todo sobre el parto inducido: qué es, cuándo se requiere y cómo es su postparto

¿Estás embarazada y tu ginecólogo/a te ha comentado que te tiene que inducir el parto? Tranquila. El parto inducido es un tema que genera muchas preguntas y, a veces, un poquito de ansiedad. Si tu médico te ha mencionado la posibilidad de inducir el parto, es normal que quieras saber más sobre qué implica este procedimiento, por qué se recomienda y cómo afecta al postparto. En este post, te explicamos todo de manera sencilla, para que estés preparada y tranquila en caso de que sea una opción para ti.

¿Qué es el parto inducido?

El parto inducido ocurre cuando se inicia el proceso de parto de manera artificial, es decir, se estimula al útero para que se produzca el parto, en lugar de esperar a que empiece por sí solo. Normalmente, esto implica el uso de medicamentos o técnicas que intentarán provocar contracciones, para que empiece el trabajo de parto.

Es importante destacar que la inducción no siempre es necesaria y SOLAMENTE debería ser propuesta por causas médicas y si los beneficios esperados superan los daños potenciales. Y, recuerda: siempre puedes pedir una segunda opinión. 

¿Cuándo se requiere un parto inducido?

La Organización Mundial de la Salud, afirma que el parto inducido debe practicarse únicamente, como ya hemos dicho, cuando los beneficios que reporte para la salud de la madre o del feto, sean mayores que los riesgos a los que se expone con llevar a término el embarazo antes de tiempo. Existen varias razones por las que tu médico podría recomendarte un parto inducido, aunque es importante que te explique bien las causas, que te proponga alternativas y te permita un margen de decisión. Las más frecuentes suelen ser algunas de éstas:

1. Embarazo prolongado: Si has llegado a las 41 o 42 semanas de embarazo y tu cuerpo no ha mostrado signos de iniciar el parto, existen estudios que recomiendan la inducción, aunque con baja evidencia científica. Y, puesto que el riesgo de muerte perinatal es muy bajo tanto en inducciones como en una conducta expectante (esperar), la mujer debería poder decidir libremente qué riesgo quiere asumir, conocer las alternativas y sentirse apoyada en su decisión .

cuándo se requiere un parto inducido

2. Problemas de salud en la madre: Condiciones como preeclampsia, colestasis o patologías con presencias de anticuerpos, pueden hacer que sea más seguro inducir el parto antes de tiempo.

3. Problemas con el crecimiento del bebé: Es probable que haya una propuesta de inducción cuando el peso del bebé es bajo, pero es importante diferenciar 3 cosas: 

a) Que el peso estimado, tiene un margen de error muy grande

b) Que es importante diferenciar entre un PEG (un bebé pequeño para su edad gestacional, es decir, un bebé normal, pero pequeñín… que va creciendo bien, armónico, pero “es el peque del grupo”) que no tiene ningún problema y que la inducción le estará exponiendo a más riesgo de cesárea, y un CIR (un bebé con un crecimiento intrauterino retardado, es decir, un bebé que le está costando crecer, que lo hace de forma disarmónica…, la cabeza crece, el cuerpo, no tanto; donde generalmente, hay un problema placentario) y donde, en el mejor de los casos, estaría más indicada una cesárea, ya que el bebé, con mucha dificultad será capaz de aguantar un parto, se cansará y, entonces, tocará correr.

c) La indicación por bebé grande (que también puede ser un fallo de cálculo) tampoco tiene evidencia que lo avale. Una de las cosas más importante en estos casos, precisamente, es la verticalidad y la libertad de movimiento para que el parto fluya correctamente y no haya complicaciones en la salida (cosa más difícil de conseguir en un parto inducido)

4. Rotura prematura de membranas: Si rompes aguas pero el parto no empieza de manera natural, en un período de tiempo determinado, que dependerá del protocolo de cada hospital (de inmediato, 6, 12 ó 24h), te podrían recomendar la inducción para reducir el riesgo de infecciones. Pero realmente, el aumento de éstas es mínimo si tenemos una conducta expectante (esperar SIN TOCAR), porque lo que favorece las infecciones, sobre todo, son los tactos. 

La gran mayoría de mujeres iniciará el parto espontáneamente antes de las 24h de haber roto la bolsa, pero habrá un porcentaje (un 30%) que no lo hará. En caso de querer esperar, es importante que no te hagan tactos ni tener relaciones con penetración, no sumergirte en agua y estar atenta de los movimientos del bebé, del color de las aguas y, superadas las 12h, control de la temperatura cada 4 horas. 

parto inducido

5. Mujeres mayores de 40 años. Como en el caso de la diabetes gestacional, no existe una evidencia rotunda de que los beneficios de acabar una gestación antes, estén por delante de los riesgos de una inducción, si ésta es la única causa; por lo que siempre debería darse a conocer alternativas, acompañar y respetar la decisión de la madre.

 Guía de Maternidad Empoderada: Descarga nuestra guía con consejos sobre  postparto, lactancia y el cuidado de tu bebé.

¿Cuál es el paso a paso de un parto inducido?

El parto inducido es un proceso que se realiza de forma controlada para iniciar el trabajo de parto cuando este no empieza por sí solo. A continuación te explicamos el paso a paso de cómo se provoca un parto inducido, desde la preparación del cuello uterino, hasta el uso de medicamentos para generar contracciones.

1. Maduración del cuello uterino

Antes de inducir el parto, se tiene que evaluar si el cuello uterino está listo o “maduro” para el proceso. ¿Y esto qué significa? Muy sencillo: imagínate el cuello del útero similar al cuello de una botella. Cuando empieza a “madurar”, el cuello del útero se empieza a acortar y a ablandarse días antes del parto. Muchas veces las mamás no nos percatamos de este proceso porque no suele ser doloroso (aunque sí notemos alguna contracción). Pero si en la exploración tu comadrona o ginecólogo/a valora que aún no han habido cambios, el primer paso es madurar el cuello (a esto se le conoce como maduración cervical).

Para ello, se pueden usar  tres técnicas: 

a) Prostaglandinas, que son hormonas sintéticas aplicadas en comprimidos vaginales o con un cordón vaginal. Estas hormonas intentarán reblandecer y acortar el cuello uterino, facilitando el proceso posterior de dilatación. Generalmente es un proceso largo que dura unas 12-24h (horas previas al trabajo de parto!!). En algunas ocasiones, esta intervención puede provocar el inicio espontáneo del trabajo de parto, pero también puede provocar una hiperestimulación del útero.

b) El  balón cervical. Se trata de una pequeña sonda que se introduce en el cuello del útero, al final de la cual se encuentra un diminuto globo  que se hincha con suero fisiológico, para que la presión que ejerce sobre el cuello provoque su maduración. No es un proceso doloroso, así que puedes estar tranquila. Generalmente, permanecerás con él 24h, es entonces, más lento que las prostaglandinas pero más seguro a nivel de hiperestimulación

c) Maniobra de Hamilton. Se trata de una técnica que realizará la ginecóloga, si el cuello ya está maduro y algo dilatado. Este procedimiento consiste en separar manualmente la bolsa de la parte más interna del cuello mediante un movimiento circular con los dedos, intentando generar una liberación natural de prostaglandinas, lo que puede desencadenar contracciones. Los estudios dicen que su uso rutinario a final del embarazo no aporta beneficios y aumenta el riesgo por dolor, de infecciones o de rotura artificial de la bolsa y menos de un 15% de las mujeres se pondrán de parto en las siguientes 24h;  pero es un paso que puede favorecer el progreso del proceso sin necesidad de recurrir a otros métodos más invasivos, siempre que sea pactado y consensuado.

2. Ruptura artificial de membranas 

En algunos casos, si el trabajo de parto ha empezado pero no avanza lo suficientemente rápido, tu comadrona puede proponer realizar una ruptura artificial de la bolsa amniótica. Este procedimiento implica hacer una pequeña incisión en la bolsa que contiene el líquido amniótico para que la cabeza del bebé apoye sobre el cuello, lo que puede acelerar el proceso de dilatación y fortalecer las contracciones (y también notarlas un poco más).

Una vez que se rompe la bolsa, el bebé ya no está protegido y puede haber más riesgo de infección en caso de numerosos tactos vaginales; però no te preocupes por quedarte sin líquido, ya que éste se produce y renueva constantemente. 

el paso a paso del parto inducido

3. Administración de oxitocina intravenosa 

Si el cuello uterino ya está maduro pero el trabajo de parto no ha empezado, o si las contracciones no son lo suficientemente fuertes o regulares, te propondrán poner oxitocina sintética, (que es la hormona que nuestro cuerpo segrega de forma natural para causar la dilatación, con la diferencia de que ésta únicamente actúa a nivel uterino y no a nivel cerebral; no tendremos así la alteración de conciencia, ni la segregación de endorfinas para tolerar la intensidad del parto, ni tendrá ningún efecto en el vínculo como la oxitocina natural).  Se administra por vía intravenosa y tiene como objetivo estimular contracciones uterinas que imitan las del trabajo de parto natural.

La dosis de oxitocina se ajusta gradualmente para lograr contracciones regulares y efectivas. Durante este proceso, tendrás que estar monitorizada constantemente para comprobar el bienestar del bebé (llevarás unas correas elásticas que sostendrán dos electrodos: uno que valora la frecuencia cardiaca del bebé y otro las contracciones), ya que existen más riesgos de sufrimiento fetal.

5. Monitorización y ajustes durante el trabajo de parto 

A lo largo de todo el proceso de inducción, las comadronas estarán acompañándote, vigilándote de cerca a ti y a tu bebé (con el monitor externo, la toma de constantes…)  y atentas de las necesidades que puedan surgir. Si las contracciones se vuelven demasiado intensas o el bebé muestra signos de estrés, se ajustarán los niveles de oxitocina o incluso interrumpirán su administración para evitar complicaciones. Si ocurre ésto, a veces, es un momento un poco caótico y estresante, porque entrarán varios profesionales a ayudaros. Comenzarán a hacer cosas, puede que pongan alguna medicación, que te giren de lado o te pongan oxígeno… Estate tranquila, respira, oxigena a tu bebé y confía en ellos, ¡estás en buenas manos! 

Si el trabajo de parto se estanca o surgen complicaciones, el equipo médico podría considerar otros procedimientos, como el uso de fórceps o ventosas para ayudar a acabar con el parto o, en última instancia, la realización de una cesárea.

6. Progreso y nacimiento

Una vez que el cuello uterino alcanza la dilatación completa (10 cm) y las contracciones son fuertes y regulares, empieza el descenso del bebé, que todavía lleva su tiempo (sobre todo, en primíparas); y poco a poco, empezarás a sentir la necesidad de pujar. La comadrona o ginecóloga te guiará durante este proceso, si fuera necesario (en caso de llevar puesta una anestesia epidural que no te permita notar la necesidad de pujar). Si todo progresa adecuadamente, pronto tendrás a tu bebé entre tus brazos!

¿El parto inducido puede acabar siendo una cesárea?

Sí, el parto inducido puede acabar en una cesárea (diferentes estudios afirman que un parto inducido tiene más posibilidades de acabar en parto por cesárea o instrumentado) si el proceso se estanca (probablemente, porque estamos forzando al cuerpo a hacer algo que aún no le toca) o si surgen complicaciones que pongan en riesgo la salud de la madre o del bebé. Aunque el objetivo del parto inducido es que el bebé nazca por vía vaginal, hay situaciones en las que puede ser necesario recurrir a una cesárea. ¿Y cuáles son estas razones?

1. Falta de progresión del parto: Si el cuello uterino no se dilata lo suficiente o el bebé no entra en la pelvis, a pesar de todas las intervenciones (aunque a veces, lo que necesitamos es más tiempo), el parto vaginal puede volverse inviable. En este caso sería una inducción fallida.

2. Sospecha de pérdida del bienestar fetal: Si el bebé muestra signos de estrés, como una caída en su frecuencia cardíaca. A veces, una cesárea puede ser muy necesaria para evitar complicaciones mayores.

3. Presentación anómala: si el bebé quiere salir en una posición que es inviable por las medidas de la pelvis, como es que se presente de cara.

4. Accidentes obstétricos: situaciones muy raras, pero que requieren una intervención urgente, como el prolapso de cordón (que el cordón, al romper la bolsa, salga antes que el bebé) o la rotura uterina (por hiperestimulación del útero)

¿Es seguro el parto inducido? 

En general, el parto inducido es un procedimiento seguro, tanto para la madre como para el bebé. Sin embargo, como con cualquier intervención médica, existen riesgos que no debemos desestimar a la hora de decidir. Algunas posibles complicaciones incluyen contracciones demasiado intensas (hiperestimulación uterina), mayor probabilidad de uso instrumental o de cesárea, mayor riesgo de hemorragia postparto o test de Apgar (con el que se evalúa la adaptación del bebé al mundo extrauterino) más bajos a los 5 minutos, entre otras. 

es seguro el parto inducido

Por eso es tan importante que tu médico y tú evaluéis cuidadosamente tu situación antes de elegir una inducción y, sobre todo, que te informe sobre el proceso, para poder decidir con libertad y conocimiento (porque sí, aunque el ginecólogo te lo proponga, tú debes poder decidir qué opción prefieres) 

¿Cómo es el postparto tras un parto inducido?

El postparto después de un parto inducido es muy similar al de un parto natural aunque puede variar ligeramente dependiendo de cómo haya sido el proceso (ya que hay más posibilidad de daños perineales, incluida la episiotomía y riesgo de hemorragia en el postparto inmediato y ésto aumenta el cansancio). 

Aquí te dejo algunos puntos clave:

1. Recuperación física: Tu cuerpo necesitará tiempo para recuperarse de un parto inducido, al igual que cualquier otro tipo de parto. Es normal sentirte agotada, con dolores en la zona perineal si hubo desgarros o episiotomía, y experimentar el sangrado conocido como loquios. Escucha a tu cuerpo y dale el descanso que necesita.

2. Nivel de energía: Algunas mamás reportan que el proceso de inducción puede ser más largo y agotador, por lo que podrías sentirte más cansada de lo habitual en los primeros días.  Realmente la duración no tiene por qué ser mayor que la de un parto natural. Lo que sucede es que en este último, tanto el proceso de maduración cervical como la primera fase del parto pueden pasar inadvertidos para la mujer y producirse en casa. 

En todo caso, el parto inducido no implica que no puedas tener una recuperación saludable, solo que es importante cuidarte y no apresurar el proceso. Tómate el tiempo que necesites para recargar energías. 

3. Lactancia y vínculo con el bebé: En la mayoría de los casos, la inducción no afecta tu capacidad para establecer la lactancia o el vínculo con tu bebé. Pero debemos tener en cuenta que a menudo la oxitocina sintética disminuye el número de lactancias exitosas, dificulta el vínculo y aumenta el número de depresiones postparto. Por lo que tendremos que estar más atentas porque tanto tú como el bebé podéis estar más cansados y ésto hace que os cueste más iniciar y establecer la lactancia y que el bebé necesite que le despiertes con más frecuencia los primeros días. 

como es el postparto tras un parto inducido

De todas formas, asegúrate de pedir apoyo a los profesionales si sientes que necesitas ayuda con la lactancia. Y si quieres más información sobre ésta, te recomendamos que eches un vistazo a este post “Lactancia materna: Todo lo que debes saber”.

4. Emociones y bienestar mental: Como con cualquier parto, es importante cuidar también de tu salud mental. El proceso de inducción puede ser estresante para algunas madres y no generar tanta satisfacción como un parto espontáneo, sobre todo por la falta de autonomía y por si no acaba como hubiera esperado. No dudes en hablar sobre cómo te sientes y buscar ayuda si lo necesitas.

Conclusión

El parto inducido es una herramienta médica que se utiliza cuando es necesario para garantizar la seguridad y el bienestar de la mamá y el bebé. Aunque puede sonar intimidante al principio, estar informada sobre el proceso y saber por qué se recomienda puede ayudarte a sentirte más tranquila, preparada y poder decidir

Recuerda que cada embarazo y parto es único, así que confía en tu equipo médico, en tu propio instinto y busca una segunda opinión si tienes dudas!. Y, lo más importante, al final de este camino, tu bebé estará en tus brazos empezando una nueva y maravillosa etapa juntos. Disfrutalo!!

Aquí te dejamos un link con mucha más información, fácil de leer y cargada de evidencia científica sobre las inducciones por si aún, quieres saber más: 

https://llevadorespartacasa.org/wp-content/uploads/JUNIO-2023-INDUCCION-PARTO-ALPACC.pdf

Artículo revisado por: Anna Moreno (Comadrona)

Nueva llamada a la acción

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola!
¿En qué podemos ayudarte?