Nadie te lo dice del todo claro, pero ahí están: después de dar a luz, además de las ojeras, las noches sin dormir y las emociones a flor de piel, también puede aparecer algo tan incómodo como inesperado… las hemorroides en el postparto. Sí, esas molestas venitas inflamadas que nadie quiere mencionar, pero que muchísimas mujeres padecen.
Y es que hablar del postparto sin mencionar sus realidades más cotidianas —aunque sean poco glamourosas— también forma parte del autocuidado. Porque entender lo que le pasa a tu cuerpo no solo ayuda a sobrellevarlo mejor, sino que también te da herramientas para cuidarte y sanar.
En este artículo queremos hablarte de las hemorroides en el postparto: por qué aparecen, qué síntomas provocan, cómo puedes aliviar el malestar y, sobre todo, cómo cuidar esa zona con mimo para volver a sentirte bien. Porque no, no estás sola. Y sí, hay soluciones.

¿Qué son exactamente las hemorroides en el postparto?
Cuando hablamos de hemorroides en el postparto, nos referimos a la aparición o empeoramiento de varices en la zona del recto o el ano tras el parto. Son venas que se dilatan e inflaman por la presión, los cambios hormonales y el esfuerzo físico que supone dar a luz.
Aunque a veces se hable de ellas con cierta vergüenza, lo cierto es que las hemorroides en el postparto son muy comunes. Se calcula que entre un 40 % y un 60 % de las mujeres las sufren tras dar a luz, especialmente si el parto ha sido vaginal. Y no, no es culpa tuya. Es una consecuencia natural de todo lo que tu cuerpo ha vivido durante estos 9 meses.
Existen dos tipos principales:
- Hemorroides internas, situadas dentro del recto. No siempre se ven, pero pueden causar sangrado.
- Hemorroides externas, visibles y a menudo más molestas, sobre todo al sentarse o ir al baño.
Aunque pueden resultar dolorosas o incómodas, lo más habitual es que mejoren en pocas semanas con los cuidados adecuados. Lo importante es no ignorarlas: tratar las hemorroides en el postparto es cuidar también tu bienestar.
Pero…¿Por qué aparecen las hemorroides en el postparto?
Después del parto, muchas mujeres se preguntan por qué, justo cuando el cuerpo ya ha pasado por tanto, aparecen nuevas molestias como las hemorroides en el postparto. Y la respuesta está en una combinación de factores totalmente normales, pero que juntos pueden generar este “problema” tan común.
El embarazo, el parto y los días posteriores suponen una auténtica revolución para el cuerpo. Todo cambia: la circulación, las hormonas, los músculos del suelo pélvico, el tránsito intestinal… y esa suma de transformaciones explica por qué las hemorroides en el postparto son casi una consecuencia lógica del proceso.
Aquí te explicamos las causas más comunes:
1. La presión del embarazo
Durante nueve meses, el útero crece para alojar a tu bebé. Ese aumento de volumen ejerce presión sobre las venas de la pelvis y el recto, dificultando el retorno de la sangre al corazón. Como resultado, las venas de la zona se dilatan, y esa dilatación puede mantenerse o empeorar después del parto.
2. el esfuerzo del parto
El momento de los pujos es, sin duda, uno de los más intensos. Ese esfuerzo extra eleva la presión en la zona anal, y puede hacer que las venas ya dilatadas se inflamen más aún. Es por eso que muchas mujeres notan las hemorroides en el postparto justo después de dar a luz o incluso al día siguiente.
3. Los cambios hormonales
Durante el embarazo, los niveles de progesterona aumentan, lo que relaja las paredes de los vasos sanguíneos y puede favorecer la hinchazón venosa. Aunque tras el parto los niveles hormonales empiezan a estabilizarse, el cuerpo tarda semanas (a veces meses) en recuperar su equilibrio, y durante ese tiempo las hemorroides en el postparto pueden seguir dando guerra.
4. El estreñimiento
Entre la falta de descanso, el miedo a ir al baño por la episiotomía o la cesárea, los cambios en la dieta y la reducción de actividad física, el tránsito intestinal se ralentiza. El estreñimiento aumenta la presión al defecar y eso agrava o desencadena las hemorroides en el postparto.
5. El sedentarismo
Durante las primeras semanas, el cuerpo necesita descanso, eso está claro. Pero pasar demasiado tiempo sentada o en reposo también puede perjudicar la circulación, y eso juega en contra de una buena recuperación. Moverte un poco cada día (paseos cortos) ayuda a que la sangre fluya mejor y disminuya la inflamación asociada a las hemorroides en el postparto.

Síntomas de las hemorroides en el postparto
Como siempre decimos, cada cuerpo es un mundo y eso hace que no todas las mujeres vivan el postparto de la misma forma. Y con las hemorroides en el postparto pasa exactamente igual. Algunas apenas notan una pequeña molestia, mientras que otras sufren dolor o escozor constante que puede llegar a interferir en su día a día.
Por eso, reconocer los síntomas es clave para actuar a tiempo y evitar que el problema se agrave. Aquí te explicamos los más comunes para que puedas identificarlos a tiempo:
1. Picor o escozor en la zona anal
Es uno de los primeros signos de alerta. Suele aparecer sobre todo después de ir al baño o al final del día, cuando la zona se irrita más. Aunque puede parecer un síntoma menor, el picor es la forma que tienen las hemorroides en el postparto de avisarte de que hay una inflamación.
2. Dolor o sensación de presión
El dolor puede ir desde una molestia leve hasta una sensación más intensa, sobre todo al sentarse o al defecar. En el caso de las hemorroides en el postparto externas, el dolor suele ser más notorio porque la zona está más expuesta.
3. Sangrado leve
Otro síntoma muy frecuente. Puedes notar unas gotas de sangre al limpiarte o en el papel higiénico después de ir al baño. Esto no debe alarmarte, siempre que sea leve y no se acompañe de otros signos más graves (como mareos o sangrado abundante).
4. Sensación de “bulto” o inflamación
En algunos casos, las hemorroides externas se palpan como un pequeño bulto alrededor del ano, que puede doler o hincharse más al final del día. Si notas algo así, no te asustes: suele tratarse de una inflamación temporal que mejora con cuidados locales y buenos hábitos.
5. Molestias al ir al baño
El estreñimiento o el miedo al dolor pueden hacer que ir al baño se convierta en un momento de tensión. Sin embargo, evitar evacuar o hacerlo con esfuerzo agrava las hemorroides en el postparto, así que cuanto antes se trate el problema, mejor será la recuperación.
6. Sensación de incomodidad constante
A veces no hay dolor intenso ni sangrado, pero sí una molestia continua. Esa incomodidad es típica de las hemorroides en el postparto internas, que no se ven pero sí se sienten.
Cada mujer lo vive de manera distinta: hay quienes sienten solo una ligera molestia y otras que no pueden ni sentarse cómodamente. En ambos casos, es importante no normalizar el dolor ni pensar que “ya pasará solo”. Las hemorroides en el postparto suelen mejorar, sí, pero pueden necesitar apoyo, sobre todo si el sangrado o el dolor persisten.

Cuidados básicos para aliviar las hemorroides en el postparto
Supongo que llegados a este punto tenemos claro que las hemorroides en el postparto pueden convertirse en una molestia diaria. No solo por el dolor físico, sino porque dificultan algo tan simple como sentarse a descansar o disfrutar de los primeros momentos con tu bebé. ¿Pero sabes qué? Hay una buena noticia: hay muchas formas de aliviarlas y favorecer su recuperación sin necesidad de tratamientos complicados.
Aquí van algunas recomendaciones que puedes ayudarte a aliviar los síntomas o evitar la aparición de las hemorroides en el postparto:
- Cuida tu alimentación. Aumenta el consumo de fibra (frutas y verduras) y bebe mucha agua rica en minerales, para evitar el estreñimiento.
- A la mínima que tengas ganas de ir al baño, ves! no lo pospongas. Si no, las heces se secan en el intestino generando estreñimiento y dificultad para evacuar.
- Evita hacer fuerza. Si vas al baño y notas que cuesta, no insistas ni empujes. Espera, y deja que el esfínter se relaje. Si te cuesta mucho y te genera mucho dolor, puedes utilizar de forma puntual, un supositorio de glicerina
- Baños de asiento. Sentarte en agua tibia durante 10-15 minutos varias veces al día ayuda a reducir la inflamación y el picor.
- Aplica frío local. Una compresa fría (envuelta en una gasa o paño) puede aliviar la hinchazón y calmar el dolor. Puedes empapar la compresa con agua de infusión de tomillo enfriada previamente en la nevera.
- Evita estar mucho tiempo sentada. Haz reposo en horizontal todo el tiempo que puedas.
- Higiene suave. Limpia la zona con agua tibia. Evita el papel higiénico áspero.
- Consulta a tu profesional de salud. Existen pomadas, cremas o supositorios específicos para las hemorroides en el postparto que son seguros incluso durante la lactancia.
Tratamientos para las hemorroides en el postparto
Si las molestias persisten o el dolor es intenso, tu médico puede recomendarte:
- Pomadas o cremas específicas para aliviar la inflamación.
- Suplementos de fibra o ablandadores de heces.
- En casos más severos, tratamientos médicos o quirúrgicos (aunque esto es poco habitual).
IMPORTANTE: nunca te automediques, especialmente durante la lactancia. Y recuerda: cada cuerpo se recupera a su ritmo. Así que paciencia, todo pasa.

Cómo prevenir las hemorroides en el postparto
Nos encantaría tener una fórmula mágica que ayudara a la prevención de las hemorroides, pero lamentablemente no es el caso. Prevenirlas no siempre es posible (porque el cuerpo hace lo que puede durante el embarazo y el parto), pero sí puedes reducir el riesgo con pequeños hábitos diarios:
- Mantén una alimentación rica en fibra desde el embarazo.
- Muévete cada día, aunque sean paseos cortos.
- Haz ejercicios del suelo pélvico para favorecer la circulación.
- Evita estar demasiado tiempo sentada.
- Hidrátate bien (el agua rica en minerales es tu mejor aliada).
Nuestros programas de recuperación postparto incluyen rutinas diseñadas para mejorar la circulación, fortalecer el suelo pélvico y aliviar molestias como las hemorroides en el postparto. Porque cuidar el cuerpo después de dar a luz no es un lujo: es una necesidad.
En resumen
Las hemorroides en el postparto son mucho más comunes de lo que parece, pero también mucho más temporales de lo que creemos. Aparecen por una mezcla de esfuerzo, cambios hormonales, presión y estreñimiento, pero con el cuidado adecuado —alimentación rica en fibra, movimiento suave, descanso y apoyo médico cuando sea necesario— suelen mejorar en pocas semanas. Lo importante es no normalizar el dolor ni callarlo: hablar de ello, pedir ayuda y priorizar tu bienestar es parte esencial de la recuperación.
En BHealthy, creemos que el postparto no se trata solo de “volver a ser la de antes”, sino de acompañarte para que te sientas bien en esta nueva versión de ti: fuerte, consciente y, sobre todo, cuidada.
