La menopausia es una etapa natural en la vida que a toda mujer nos llega – antes o después-, pero cuando se presenta alrededor de los 45 años, puede generar mucha incertidumbre y, sobre todo, muchas dudas. Muchas mujeres empiezan a experimentar los primeros síntomas de la menopausia a los 45, una fase conocida como perimenopausia, que es la transición hacia la menopausia completa. Entender qué esperar durante esta fase y cómo abordar los cambios que vienen es clave para atravesarla de una manera saludable y positiva.

En este artículo, exploraremos los principales síntomas de la menopausia a los 45 años, por qué ocurren y qué medidas se pueden tomar para manejarlos de manera efectiva. 

¿Qué es la menopausia?

La menopausia es el momento en que el cuerpo de la mujer llega al fin de su capacidad reproductiva, es decir, deja de tener ciclos menstruales debido a la disminución de las hormonas reproductivas, principalmente el estrógeno y la progesterona, producidas por los ovarios. Cuando una mujer ha pasado 12 meses sin menstruar, se considera que ha llegado a la menopausia. La edad promedio en que esto ocurre es alrededor de los 50-51 años, pero para muchas mujeres los primeros síntomas de la menopausia a los 45 ya son evidentes.

Perimenopausia: La fase de transición

La menopausia no ocurre de un día para otro; hay un proceso gradual que puede durar entre 4 y 10 años, conocido como la perimenopausia. Durante esta etapa, la mujer empieza a notar cambios en su ciclo menstrual y experimentan una serie de síntomas, a menudo atribuidos a la fluctuación hormonal. Este período de transición puede empezar en cualquier momento entre los 40 y 50 años, y para algunas mujeres los síntomas de la menopausia a los 45 ya son bastante notorios. Pero, ¿cuáles son estos síntomas?

Principales síntomas de menopausia a los 45 años

Cada mujer experimenta la menopausia de manera diferente, pero hay ciertos síntomas comunes que pueden presentarse alrededor de los 45 años. Estos síntomas, como ya hemos avanzado, están relacionados con el declive de los niveles de estrógeno y progesterona en el cuerpo. 

El estrógeno y la progesterona son dos hormonas esenciales en el ciclo reproductivo de la mujer. El estrógeno es responsable de regular el desarrollo de las características sexuales femeninas y el ciclo menstrual, además de mantener la salud ósea y cardiovascular. La progesterona, por su parte, prepara el útero para un posible embarazo después de la ovulación y regula el ciclo menstrual. Durante la menopausia, los niveles de estas hormonas disminuyen, lo que provoca muchos de los síntomas típicos de esta etapa. 

A continuación, detallamos algunos de los más frecuentes:

1. Ciclos menstruales irregulares

Uno de los primeros síntomas de la menopausia a los 45 es la irregularidad en el ciclo menstrual. Pueden ser más cortos, más largos, o incluso puede que se salte algún ciclo. Esto es causado por la fluctuación en los niveles hormonales, que afectan el proceso de ovulación y la regularidad de la menstruación.

2. Sofocos y sudores nocturnos

Los sofocos son uno de los síntomas más conocidos de la menopausia. Estos episodios de calor repentino pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos y, a menudo, vienen acompañados de sudoración excesiva, especialmente durante la noche. Los sudores nocturnos pueden interferir con el sueño, lo que a su vez afecta el estado de ánimo y la energía durante el día.

3. Cambios en el estado de ánimo

Los cambios hormonales que ocurren durante la menopausia pueden impactar significativamente el estado de ánimo. Muchas mujeres reportan sentirse más irritables, ansiosas o deprimidas. Además, la falta de sueño debido a los sofocos y los sudores nocturnos puede exacerbar estos sentimientos. La aparición de síntomas de la menopausia a los 45 años puede ser emocionalmente desafiante para algunas mujeres.

4. Dificultad para dormir

El insomnio y los problemas para conciliar o mantener el sueño son comunes entre las mujeres en la perimenopausia. Esto se debe a una combinación de factores como los sofocos, los sudores nocturnos y la ansiedad. El sueño deficiente puede tener un efecto dominó en la energía, la concentración y el bienestar general.

5. Cambios en el peso y el metabolismo

A medida que las mujeres se acercan a la menopausia, también notan cambios en su metabolismo, lo que puede llevar al aumento de peso, especialmente en el área abdominal. La disminución de los niveles de estrógeno afecta la forma en que el cuerpo distribuye la grasa y también puede ralentizar el metabolismo. Mantener un peso saludable puede volverse más difícil, pero no imposible.

6. Sequedad vaginal y disminución de la libido

La sequedad vaginal es un síntoma común que puede afectar la vida sexual. Los niveles más bajos de estrógeno afectan la lubricación natural, lo que puede causar incomodidad o dolor durante las relaciones sexuales. Esto también puede estar acompañado de una disminución del deseo sexual o libido. Aunque este síntoma puede ser frustrante, hay soluciones disponibles, como el uso de lubricantes y terapias hormonales.

7. Cambios en la piel y el cabello

La producción de estrógeno y progesterona disminuye gradualmente a medida que se acerca el fin de la menstruación, lo que afecta la síntesis de colágeno y elastina, componentes clave para la salud y firmeza de la piel. Por eso  la piel puede volverse más seca y menos elástica, lo que puede provocar arrugas o líneas finas más pronunciadas. Además, se ha descubierto que los niveles de cortisol, conocido como la hormona del estrés, aumentan, favoreciendo la aparición de imperfecciones cutáneas, como granitos y rojeces, y acelerando el proceso de envejecimiento de la piel. 

Algunas mujeres también notan cambios en su cabello, como adelgazamiento o pérdida de brillo. Estos cambios estéticos pueden ser preocupantes, pero mantener una buena hidratación y usar productos de cuidado adecuados puede ayudar.

8. Problemas cognitivos: “Niebla mental”

La “niebla mental” o dificultad para concentrarse es otro síntoma que puede aparecer en esta etapa. Muchas mujeres reportan problemas para recordar cosas o para mantenerse enfocadas en tareas específicas. Este síntoma puede estar relacionado tanto con los cambios hormonales como con la fatiga y la falta de sueño.

¿Por qué ocurren los síntomas de la menopausia a los 45?

La causa principal de los síntomas de menopausia a los 45 años es la disminución en los niveles de hormonas reproductivas, especialmente el estrógeno. El estrógeno tiene un papel vital en muchos sistemas del cuerpo, y cuando sus niveles disminuyen, se producen cambios en el cuerpo que generan estos síntomas. La intensidad y la duración de estos síntomas varían de una mujer a otra.

¿Qué pasa si siento estos síntomas, pero aún no he cumplido los 45 años?

Si experimentas síntomas relacionados con la menopausia antes de los 45 años, podría tratarse de una condición llamada menopausia precoz o insuficiencia ovárica prematura. Esta ocurre cuando los ovarios dejan de funcionar antes de tiempo, reduciendo la producción de estrógeno y progesterona. Aunque es menos común, puede causar síntomas similares a los de la menopausia, como ciclos irregulares, sofocos, cambios de humor y sequedad vaginal. 

Es importante consultar a un médico si presentas estos síntomas antes de los 45 años, ya que podrían estar relacionados con otras condiciones de salud o requerir tratamientos específicos para manejar los cambios hormonales y prevenir efectos a largo plazo, como la pérdida de densidad ósea o problemas cardiovasculares.

¿Cómo afrontar los síntomas de la menopausia a los 45?

Afrontar los síntomas de la menopausia a los 45 puede parecer desalentador, pero hay muchas formas de manejarlos para mejorar la calidad de vida. Aquí te dejamos algunas recomendaciones prácticas:

1. Mantener un estilo de vida saludable

Una dieta equilibrada, rica en frutas, verdurasy proteínas magras , puede ayudar a manejar muchos de los síntomas de la menopausia. El consumo de alimentos ricos en calcio y vitamina D es esencial para mantener la salud ósea, ya que el riesgo de osteoporosis aumenta después de la menopausia. Además, evitar el alcohol, la cafeína y los alimentos picantes puede reducir los sofocos y mejorar la calidad del sueño.

2. Ejercicio regular

El ejercicio regular es clave para controlar el peso, mejorar el estado de ánimo y dormir mejor. Las actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ser especialmente beneficiosas. Incluso las actividades de cardio (varias investigaciones científicas demuestran que el HIIT es un gran aliado para mejorar la composición corporal reduciendo el porcentaje de grasa). Aquí te dejamos una rutina  de cardio intensa:

Pero además, durante esta etapa debemos incorporar otras rutinas de entrenamiento, especialmente ejercicios de impacto y de fuerza que ayudan a fortalecer los huesos y los músculos. Esto es crucial ya que con la menopausia las mujeres que no hacen actividad física tienden a sufrir más osteoporosis y sufren más lesiones.

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Nunca es tarde para empezar a ejercitar la fuerza, aunque no se haya hecho previamente nunca. Pero siempre es conveniente que el ejercicio físico, sea del tipo que sea, esté pautado, diseñado, supervisado y evaluado por profesionales. Consulta nuestros programas y averigua cómo desde Bhealthy podemos ayudarte. 

3. Técnicas de manejo del estrés

Las técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, pueden ser muy útiles para combatir la ansiedad y el estrés que pueden aparecer con los síntomas de la menopausia. Aprender a manejar el estrés también puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos.

4. Terapias hormonales y alternativas

Para algunas mujeres, los síntomas de la menopausia pueden ser tan intensos que necesitan tratamiento médico. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es una opción común que puede aliviar muchos de los síntomas asociados con la menopausia. Sin embargo, no todas las mujeres son candidatas para la TRH, por lo que es importante hablar con un médico sobre las opciones disponibles.

También hay terapias alternativas, como la acupuntura, los suplementos de fitoestrógenos (derivados de plantas), y los productos naturales que algunas mujeres encuentran útiles. Y recuerda: siempre es importante consultar a un profesional antes de empezar cualquier tratamiento.

5. Apoyo emocional

Es normal sentirse abrumada por los cambios físicos y emocionales que vienen con la menopausia. Hablar con amigas, familiares o una terapeuta, puede ser una excelente manera de procesar los sentimientos y encontrar apoyo. También existen grupos de apoyo donde las mujeres pueden compartir sus experiencias y aprender unas de otras.

¿Cuándo consultar a un médico?

Si experimentas síntomas de la menopausia a los 45 que interfieren con tu calidad de vida, es recomendable consultar con tu ginecóloga. La especialista puede ayudarte a entender mejor lo que está sucediendo en tu cuerpo y ofrecerte opciones de tratamiento personalizadas. Además, algunos síntomas, como los sangrados irregulares muy intensos o prolongados, pueden ser signos de otros problemas de salud que requieren atención médica inmediata.

Conclusión

Los síntomas de la menopausia a los 45 son parte de una etapa natural en la vida de la mujer. Aunque los cambios pueden ser desafiantes, hay muchas maneras de manejarlos con éxito. Mantener un estilo de vida saludable y buscar apoyo, son pasos importantes para afrontar esta transición de manera positiva. Si estás pasando por esta etapa, recuerda que no estás sola, y que hay muchas herramientas que pueden ayudarte en esta etapa.