sofocos en la menopausia

Sofocos en la menopausia: causas, síntomas y consejos para aliviarlos

La menopausia es un momento que, tarde o temprano, llega a la vida de todas nosotras. Es el inicio de una nueva etapa, marcada por el fin de los ciclos menstruales y por algunos cambios que pueden ser un poco incómodos. Por ejemplo, ¿te suena la palabra “sofocos”? Probablemente hayas escuchado hablar de ellos porque es uno de los síntomas más comunes de esta fase. Aunque la menopausia es algo completamente natural, muchas veces no sabemos qué esperar o cómo lidiar con sus efectos, especialmente esas repentinas oleadas de calor que hacen que busquemos un abanico o la ventana más cercana.

En este artículo vamos a hablarte de los sofocos en la menopausia, explicarte por qué ocurren, cómo identificarlos y, sobre todo, qué puedes hacer para manejarlos mejor. Nuestra intención es que te sientas acompañada y que descubras consejos prácticos que realmente puedan ayudarte a vivir esta etapa con más comodidad y confianza. Porque, aunque la menopausia tenga sus retos, también es el inicio de un capítulo lleno de nuevas posibilidades, y aquí estamos para recorrerlo contigo. ¿Estás preparada? ¡Vamos a ello!

¿Qué son los sofocos en la menopausia?

Los sofocos son una sensación repentina de calor intenso, generalmente en la parte superior del cuerpo, que puede durar desde unos segundos hasta varios minutos (por lo general, un sofoco dura menos de dos minutos, aunque la sudoración que lo acompaña puede extenderse hasta 30 minutos). Mientras que algunas mujeres los sufren dos o tres veces al día, hay casos más extremos en los que llegan a presentarse hasta 20 episodios diarios, lo que afecta gravemente la calidad de vida.

Estos sofocos vienen acompañados de sudoración, enrojecimiento de la piel y, en ocasiones, palpitaciones. Aunque no afectan físicamente a largo plazo, los sofocos en la menopausia pueden interferir en tu calidad de vida, especialmente cuando ocurren durante la noche y afectan tu descanso.

Según el Instituto de la Menopausia, al menos un 80% de las mujeres atraviesa durante la perimenopausia y la menopausia esa sensación característica de calor intenso, y alrededor del 20% seguirá experimentándola durante más de cinco años (y un 15% de mujeres durante un tiempo superior). 

 Aquí te regalo La Guía del Tronco Propioceptivo: Aprende a cuidar de la  salud de tu espalda, abdomen y suelo pélvico.

sofocos en la menopausia

La imagen de una mujer perimenopáusica con el rostro enrojecido y un abanico en la mano sigue siendo común, ya que este tipo de objetos son una ayuda para enfrentar esas oleadas de calor inesperadas. Y es que los sofocos pueden ocurrir tanto durante el día como en la noche, y no es raro que algunos especialistas todavía recomienden a sus pacientes dormir con la ventana abierta, incluso en pleno invierno, para aliviar esta incomodidad térmica.

Tipos de sofocos en la menopausia

Los sofocos en la menopausia se pueden clasificar en diferentes tipos según su intensidad, duración, momento del día en que ocurren y los factores que los desencadenan. Aunque cada mujer puede experimentar los sofocos de manera única, aquí te presento las principales categorías:

1. Sofocos leves

Estos son menos intensos y suelen durar apenas unos segundos o un minuto. Aunque provocan una sensación de calor, no suelen interferir significativamente en las actividades diarias ni en el bienestar general.

Características principales:

  • Sensación de calor moderada.
  • Sudoración mínima o inexistente.
  • No suelen causar incomodidad prolongada.

2. Sofocos moderados

En esta categoría, la intensidad del calor aumenta y suele venir acompañada de sudoración visible y enrojecimiento de la piel. Estos sofocos pueden interrumpir las actividades diarias y requerir pausas para aliviar los síntomas.

Características principales:

  • Calor más intenso que puede afectar la concentración.
  • Sudoración notable, especialmente en el rostro y el cuello.
  • Necesidad de refrescarse, como beber agua o usar un ventilador.

3. Sofocos severos

Estos son los más intensos y pueden afectar gravemente la calidad de vida. Suelen durar más tiempo, causar un malestar físico importante y, en algunos casos, estar acompañados de síntomas adicionales como palpitaciones o mareos.

Características principales:

  • Sensación de calor extremo que se extiende por todo el cuerpo.
  • Sudoración abundante que puede empapar la ropa.
  • Posibles palpitaciones, ansiedad o sensación de sofocación.
  • Impacto significativo en las actividades diarias.
sofocos severos en la menopausia

4. Sofocos nocturnos (sudores nocturnos): un desafío adicional

Ocurren durante el sueño y suelen ser más molestos debido a su interferencia con el descanso. Las mujeres pueden despertarse en medio de la noche con sensación de calor intenso, sudoración excesiva y escalofríos posteriores.

Características principales:

  • Interrupción del sueño.
  • Sudoración que puede empapar la ropa de cama.
  • Sensación de frío tras el episodio de calor.

Cómo mejorar tu sueño durante la menopausia

  • Invierte en ropa de cama transpirable: Usa materiales como algodón o bambú.
  • Practica una rutina de relajación: Técnicas como meditación o baños tibios antes de dormir pueden ayudar.
  • Evita comidas pesadas por la noche: Opta por cenas ligeras para evitar el sobrecalentamiento.
  • Compresas frescas: Aplicar una compresa fría o una toalla húmeda en el cuello o la frente es una forma rápida de reducir el calor. Puedes tener siempre un paño húmedo en el refrigerador para usarlo cuando lo necesites.

Causas de los sofocos en la menopausia

Cambios hormonales: la raíz del problema

La principal causa de los sofocos en la menopausia es el cambio en los niveles hormonales, particularmente la disminución del estrógeno. Esta hormona no solo regula el ciclo menstrual, sino que también ayuda a controlar la temperatura corporal. Durante la menopausia, el cerebro, específicamente el hipotálamo, percibe erróneamente que el cuerpo está demasiado caliente, desencadenando los sofocos como una respuesta para enfriarlo.

sofocos en la menopausia cambios hormonales

Factores que pueden empeorar los sofocos

Aunque los cambios hormonales son el desencadenante principal, ciertos factores pueden intensificar los sofocos en la menopausia:

  • Estrés: La tensión emocional puede hacer que los sofocos sean más frecuentes y severos.
  • Alimentos picantes o calientes: Pueden desencadenar episodios de calor.
  • Cafeína y alcohol: Tienden a intensificar los síntomas.
  • Fumar: Además de otros efectos negativos para la salud, empeora los sofocos.
  • Obesidad: Un mayor índice de masa corporal puede aumentar la frecuencia de los sofocos.

Más que calor: ¿qué otras señales deberías observar?

Los sofocos en la menopausia no sólo se limitan a una sensación de calor. Aquí tienes una lista de los síntomas más comunes que suelen acompañarlos:

  1. Enrojecimiento de la piel: La cara, el cuello y el pecho pueden tornarse rojos.
  2. Sudoración intensa: Suele aparecer de forma súbita, incluso en temperaturas frías.
  3. Escalofríos posteriores: Después del sofoco, es común sentir frío al secarse el sudor.
  4. Palpitaciones: Algunas mujeres experimentan un aumento temporal en el ritmo cardíaco.
  5. Ansiedad o incomodidad: El episodio puede causar angustia momentánea.

Consejos prácticos para aliviar los sofocos en la menopausia

Aunque no puedes evitar por completo los sofocos en la menopausia, hay formas de reducir su frecuencia e intensidad. Aquí tienes estrategias prácticas y comprobadas:

Cambios en el estilo de vida

  1. Mantén una temperatura ambiente agradable: mantén ventiladores o aire acondicionado cerca y duerme con sábanas transpirables.
  2. Ropa y tejidos naturales: Usar ropa hecha de fibras transpirables como el algodón o el lino puede marcar una gran diferencia. Estos materiales ayudan a que tu piel respire y facilitan la regulación de la temperatura corporal.
sofocos en la menopausia cambios en el estilo de vida
  1. Lleva un abanico o botella de agua: Tener un abanico o agua fría a mano puede ayudarte a manejar un sofoco inesperado. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener la temperatura corporal estable y a prevenir que los sofocos sean más intensos. Además, el agua fresca puede proporcionar un alivio inmediato cuando comienzas a sentir calor.
  2. Ejercicio regular: Hacer ejercicio de fuerza, cardiovascular, yoga, o pilates ayudan a equilibrar las hormonas.
  3. Técnicas de respiración profunda: El estrés puede intensificar los sofocos, y aprender a controlarlo puede ser clave para manejarlos mejor. La respiración profunda y controlada (inhalar lentamente por la nariz durante 4 segundos, mantener el aire 7 segundos y exhalar por la boca durante 8 segundos) ayuda a calmar el sistema nervioso y reducir la frecuencia de los episodios.
  4. (Si eres fumadora) Deja de fumar: Además de mejorar tu salud general, puede reducir la intensidad de los sofocos.

Alimentos y plantas que marcan la diferencia

Algunos alimentos y plantas pueden ser grandes aliados para controlar los sofocos durante la menopausia, gracias a sus nutrientes que imitan la función de las hormonas femeninas. Incluirlos en tu día a día no solo puede ayudarte a aliviar los síntomas, sino también a mejorar tu bienestar general. Aquí te contamos cuáles son:

Alimentos ricos en fitoestrógenos y otros nutrientes beneficiosos

  1. Semillas de lino: Contienen lignanos, compuestos que estimulan la actividad estrogénica y ayudan a equilibrar las hormonas.
  2. Guisantes: Aportan coumestrol, un tipo de fitoestrógeno que beneficia la flora intestinal y previene la pérdida de masa ósea.
  3. Alfalfa: Rica en fitoestrógenos, es conocida por su capacidad para apoyar la actividad hormonal natural.
  4. Kuzu: Esta raíz asiática destaca por su alta concentración de fitoestrógenos y sus beneficios para los cambios hormonales.

Plantas medicinales que pueden ayudarte

Además de los alimentos, hay plantas que han demostrado ser útiles para aliviar los sofocos y otros síntomas de la menopausia:

  1. Flores de tilo: Se consumen en infusión y pueden tomarse varias veces al día para relajar y reducir los sofocos.
  2. Salvia: Otra gran opción en infusión, conocida por su efecto refrescante y equilibrante.
  3. Lúpulo: Se puede tomar seco en dos dosis diarias y es útil para estabilizar los cambios hormonales.
  4. Dong Quai: Contiene compuestos con actividad similar a los estrógenos, ideales para ayudar en esta etapa.
  5. Trébol rojo: Rico en isoflavonas, contribuye a compensar la falta de estrógenos.
  6. Maca: Sus esteroles tienen un efecto positivo en los cambios hormonales y pueden mejorar el estado de ánimo y la energía.

¡Pero, ojo! Antes de incorporar cualquier planta a tu rutina, consulta con un especialista. Algunas plantan pueden interactuar negativamente con medicamentos o interferir con otros tratamientos, y es fundamental asegurarte de que su uso sea seguro para ti.

sofocos en la menopausia aceites esenciales

Aceites esenciales: aliados aromáticos para el equilibrio hormonal

Los aceites esenciales tienen propiedades calmantes, refrescantes y reguladoras que pueden ser de gran ayuda en la menopausia. Aquí te dejamos algunas opciones y cómo utilizarlas:

  1. Aceite esencial de menta:
    • Beneficio: Refresca y alivia la sensación de calor intenso.
    • Cómo usarlo: Mezcla unas gotas con un aceite portador (como aceite de coco o almendra) y aplícalo en las sienes, muñecas o la nuca cuando sientas que llega un sofoco.
  1. Aceite esencial de lavanda:
    • Beneficio: Relaja el sistema nervioso y reduce el estrés, uno de los desencadenantes comunes de los sofocos.
    • Cómo usarlo: Inhala directamente o añádelo a un difusor para crear un ambiente calmante.
  1. Aceite esencial de salvia esclarea:
    • Beneficio: Ayuda a equilibrar las hormonas y aliviar los síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos.
    • Cómo usarlo: Dilúyelo y aplícalo en el abdomen o en las plantas de los pies, o agrégalo a un baño tibio.

Terapias médicas y suplementos

Para casos muy severos de sofocos en la menopausia, hay tratamientos médicos disponibles. Habla con tu médico sobre estas opciones:

  1. Terapia hormonal sustitutiva (THS): Ayuda a equilibrar los niveles de estrógeno, aunque no está recomendada para todas las mujeres.
  2. Medicamentos no hormonales: Algunos antidepresivos y anticonvulsivos han demostrado reducir los sofocos.
  3. Suplementos: Vitaminas B y E, así como la coenzima Q10, pueden ser útiles.

Cuándo consultar a un médico

Aunque los sofocos en la menopausia son una parte normal de esta etapa, hay situaciones en las que deberías buscar ayuda médica:

  • Si los sofocos son extremadamente frecuentes o severos.
  • Si afectan significativamente tu calidad de vida o tu salud mental.
  • Si experimentas otros síntomas inusuales, como pérdida de peso inexplicada o sangrado vaginal después de la menopausia.

Es importante recordar que no estás sola en este proceso. Los sofocos en la menopausia son comunes y afectan a la mayoría de las mujeres en esta etapa de la vida. Compartir tus experiencias con amigas, familiares o grupos de apoyo puede ayudarte a sentirte comprendida y obtener valiosos consejos.

En resumen

Los sofocos en la menopausia pueden ser desafiantes, pero con una combinación de cambios en el estilo de vida, remedios naturales y, si es necesario, apoyo médico, puedes sobrellevar esta etapa con más comodidad. Escucha a tu cuerpo, cuida tu salud y no dudes en buscar ayuda si lo necesitas. La menopausia es solo una etapa más en tu vida, y con las herramientas adecuadas, puedes transformarla con confianza y bienestar.

Nueva llamada a la acción

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola!
¿En qué podemos ayudarte?