dolor del bajo vientre en la menopausia

Dolor del bajo vientre en la menopausia: Todo lo que deberías saber para manejarlo bien

Si estás atravesando la menopausia y de repente sientes ese pinchazo, esa molestia incómoda o ese dolor sordo en la parte baja del abdomen… tienes que saber dos cosas: la primera, que es normal; y la segunda, que no estás sola. Muchas mujeres experimentan dolor del bajo vientre en la menopausia, y aunque no siempre se habla de ello, es más común de lo que crees. Por suerte, hay formas de entenderlo, manejarlo y, lo más importante, aliviarlo. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para que esta etapa no te limite, sino que te empodere. ¡Vamos a ello!

Qué causa el dolor del bajo vientre en la menopausia

El dolor del bajo vientre en la menopausia puede tener muchas caras. A veces se siente como una molestia leve, otras veces como una presión constante o incluso como un dolor punzante. Pero, ¿qué lo causa?

Durante la menopausia, los niveles hormonales —especialmente el estrógeno— fluctúan y acaban por disminuir. Esta bajada hormonal afecta a muchos sistemas del cuerpo, incluido el aparato reproductor y digestivo.

Algunas causas frecuentes del dolor del bajo vientre en la menopausia son:

  • Cambios hormonales: el descenso de estrógenos puede causar sequedad y atrofia vaginal, lo que puede generar dolor, sobre todo si hay relaciones sexuales o infecciones urinarias frecuentes.
  • Síndrome del intestino irritable (SII): muchas mujeres notan un aumento de molestias digestivas en esta etapa.
  • Miomas o quistes: aunque suelen disminuir tras la menopausia, algunas mujeres aún los presentan y pueden causar molestias.
  • Infecciones urinarias o pélvicas: más comunes cuando hay sequedad vaginal o cambios en el pH.
  • Tensión muscular o estrés: el cuerpo somatiza, y muchas veces el bajo vientre es una de las zonas más afectadas.

Es importante escuchar a tu cuerpo. Si el dolor del bajo vientre en la menopausia es persistente o se intensifica, lo mejor es acudir a un profesional para descartar problemas mayores como endometriosis residual o enfermedades digestivas más complejas.

Qué remedios hay para el dolor del bajo vientre en la menopausia

No existe una solución mágica, pero sí un conjunto de herramientas que pueden ayudarte a aliviar el dolor del bajo vientre en la menopausia. Aquí te compartimos algunas que funcionan para muchas mujeres:

1. Alimentación antiinflamatoria

Lo que comes tiene un impacto directo en cómo te sientes. Y en el caso del dolor del bajo vientre en la menopausia, la alimentación puede ser una gran aliada… o una fuente de más molestias. 

Durante la menopausia, el cuerpo experimenta un estado más propenso a la inflamación. Esto se debe, en parte, a la bajada de estrógenos, que tienen una función protectora frente a procesos inflamatorios. Si a eso le sumamos una digestión más lenta, más sensibilidad a ciertos alimentos y cambios en la microbiota intestinal, es fácil entender por qué algunas comidas pueden intensificar las molestias abdominales o pélvicas.

dolor del bajo vientre en la menopausia: alimentación antiinflamatoria

¿Qué alimentos pueden ayudarte?

Una alimentación antiinflamatoria y rica en nutrientes puede ayudarte a reducir esa sensación de hinchazón, pesadez y malestar. Algunos aliados clave son:

  • Verduras de hoja verde (espinacas, kale, rúcula): cargadas de antioxidantes y fibra.
  • Grasas saludables como el aguacate, el aceite de oliva virgen extra, las nueces o las semillas de lino y chía (ricas en omega-3).
  • Frutas antioxidantes: arándanos, granadas, uvas, cerezas… aportan polifenoles que combaten la inflamación.
  • – Alimentos fermentados: como el yogur natural, kéfir, miso o chucrut, que favorecen una flora intestinal sana, clave para un vientre menos inflamado.
  • Té verde, cúrcuma y jengibre: tienen propiedades antiinflamatorias y digestivas muy potentes.

¿Y qué conviene reducir o evitar?

Algunos alimentos, por el contrario, pueden empeorar el dolor del bajo vientre en la menopausia:

  • Ultraprocesados y embutidos.
  • Azúcares refinados y harinas blancas.
  • Bebidas gaseosas y alcohol.
  • Exceso de cafeína.
  • Fritos y aceites vegetales refinados.

Estos alimentos aumentan la inflamación sistémica, generan gases, alteran la flora intestinal y pueden acentuar la retención de líquidos o los cólicos.

Y recuerda: lo ideal es que la alimentación esté adaptada a ti. Si puedes contar con la guía de una nutricionista especializada en menopausia, mucho mejor. El objetivo no es hacer dieta, sino nutrirte con conciencia para reducir el dolor, ganar energía y sentirte más en equilibrio.

2. Calor local, masajes y fisioterapia pélvica

dolor del bajo vientre en la menopausia: fisioterapia

Una bolsa de agua caliente o un masaje suave en el abdomen puede aliviar tensiones musculares y molestias pélvicas. El calor ayuda a relajar la musculatura y a mejorar la circulación en la zona, lo que puede reducir la sensación de dolor o presión.

Además, la fisioterapia pélvica es una herramienta muy eficaz para tratar el dolor del bajo vientre en la menopausia, sobre todo si hay tensiones crónicas, debilidad del suelo pélvico o incluso cicatrices internas (por partos, cirugías, etc.). Una fisioterapeuta especializada puede ayudarte a trabajar la musculatura profunda, mejorar la postura y reeducar la zona para reducir la inflamación y el dolor. No solo se trata de masajes internos, también hay ejercicios, técnicas de respiración y abordajes muy respetuosos y personalizados.

3. Técnicas de relajación

El dolor del bajo vientre en la menopausia no siempre tiene una causa exclusivamente física. A veces, el estrés, la ansiedad o las tensiones emocionales acumuladas se traducen en malestar abdominal, sensación de peso en la pelvis o espasmos musculares en la zona baja del vientre. Y esto tiene todo el sentido: el abdomen es una zona muy sensible al estrés y al sistema nervioso.

Por eso, incorporar técnicas de relajación de forma regular puede ayudarte a reducir tanto la intensidad como la frecuencia del dolor. No se trata de “controlar” la mente, sino de ofrecerle al cuerpo herramientas para volver a un estado de tranquilidad y equilibrio.

dolor del bajo vientre en la menopausia: relajación

Algunas opciones muy recomendadas:

  • 1. Respiración abdominal: tan sencilla como poderosa. Consiste en llevar la respiración hacia el abdomen, en lugar de quedarte solo en el pecho. Esto estimula el nervio vago (clave para calmar el sistema nervioso), mejora el riego sanguíneo pélvico y reduce tensiones en la musculatura profunda. Con solo 5-10 minutos al día, puedes notar cambios reales.
  • 2. Meditación o mindfulness: no necesitas hacer una hora diaria ni sentarte en postura de loto. Puedes empezar con pequeñas pausas de 3-5 minutos para observar tu respiración, poner atención al cuerpo o guiarte con una app. Lo importante es cultivar un espacio donde el cuerpo pueda “soltar”.
  • 3. Yoga o movilidad consciente: especialmente estilos suaves como yin yoga, yoga restaurativo o movimientos somáticos, que trabajan el suelo pélvico, la zona lumbar y la pelvis desde la calma. 
  • 4. Técnicas de relajación muscular progresiva: consisten en tensar y relajar grupos musculares de forma ordenada, lo cual ayuda a identificar zonas de tensión crónica (a veces presentes en el abdomen) y soltarlas de forma activa.

Estas técnicas no son soluciones “exprés”, pero con práctica y constancia, pueden cambiar profundamente tu relación con el dolor. Además, combinadas con otros enfoques como la alimentación, el ejercicio y la fisioterapia, potencian sus efectos.

4. Ejercicio

Y por supuesto, no podía faltar en la lista uno de los remedios más eficaces y completos: el ejercicio. Pero, cuidado, que no sirve cualquier ejercicio. A continuación te contamos cómo el movimiento consciente y adaptado a ti puede marcar la diferencia.

Cómo el ejercicio de fuerza en la menopausia puede ayudar con el dolor del bajo vientre

¿Alguna vez has pensado que hacer pesas podría ayudarte con el dolor del bajo vientre en la menopausia? Suena extraño al principio, lo sabemos, pero tiene muchísimo sentido. Y ahora lo vas a comprobar. 

El ejercicio de fuerza ayuda a:

  • – Estabilizar la pelvis y la zona lumbar.
  • – Reducir el dolor muscular y tensiones acumuladas.
  • – Mejorar el tránsito intestinal.
  • – Regular los niveles hormonales y mejorar el estado de ánimo.
  • – Fortalecer el suelo pélvico.

En BHealthy, lo sabemos bien. Por eso creamos el programa Woman Training, pensado especialmente para mujeres como tú. Sabemos que muchas llegan sin haber hecho deporte nunca, o habiéndolo dejado hace años. Y está bien. Nunca es tarde para empezar a cuidarte con ejercicios seguros, progresivos y adaptados a tu nivel.

El programa de Woman Training incluye rutinas enfocadas en mejorar el core, fortalecer glúteos y abdomen, y trabajar el suelo pélvico, todo con el objetivo de reducir molestias como el dolor del bajo vientre en la menopausia, ganar autonomía y sentirte más fuerte y vital en tu día a día.

👉 Si aún no conoces el programa, puedes leer más sobre los beneficios del ejercicio de fuerza en la menopausia en este artículo que ya publicamos y descubrir cómo puede ayudarte desde el primer mes.

Ejercicio de fuerza en la menopausia

Cómo el ejercicio cardiovascular en la menopausia puede ayudar con el dolor del bajo vientre

El cardio no solo sirve para “quemar calorías”. Durante la menopausia, puede ser un gran aliado contra el dolor del bajo vientre, y te contamos por qué.

El ejercicio cardiovascular ayuda a:

  • Mejorar la circulación sanguínea en la zona abdominal y pélvica.
  • Reducir la inflamación sistémica.
  • Estimular los movimientos intestinales y combatir el estreñimiento.
  • Liberar endorfinas que alivian el dolor.

Caminar a buen ritmo, bailar, nadar, montar en bici… No se trata de correr una maratón, sino de moverte con regularidad, al menos 3-4 veces por semana, con una intensidad adecuada a ti.

En el programa Woman Training, también abordamos esta parte. Nuestras rutinas cardiovasculares están diseñadas para ser amables con las articulaciones y efectivas para activar todo tu cuerpo sin agotarte. Y sí, también están pensadas para mujeres que nunca antes han hecho ejercicio o que llevan mucho sin entrenar.

👉 Si te interesa conocer más sobre cómo el cardio puede ayudarte, te recomendamos leer este otro artículo que hemos publicado, donde profundizamos en sus beneficios específicos durante la menopausia.

5. Terapias hormonales y alternativas

La terapia hormonal sustitutiva (THS) puede ser una opción para algunas mujeres que experimentan dolor muy intenso del bajo vientre en la menopausia, especialmente cuando el origen está relacionado con la atrofia vaginal, la sequedad, los espasmos musculares o los cambios inflamatorios propios de la caída de estrógenos. Esta terapia consiste en administrar dosis controladas de estrógenos (a veces combinados con progesterona) para suplir lo que el cuerpo ha dejado de producir de forma natural.

dolor del bajo vientre en la menopausia: terapias hormonales

El objetivo no es “volver atrás en el tiempo”, sino restaurar un equilibrio hormonal que permita mejorar la calidad de vida. En muchos casos, puede reducir notablemente síntomas como el dolor pélvico, los sofocos, los cambios de humor y la pérdida de densidad ósea.

Hay diferentes formas de aplicar esta terapia:

  • Vía oral: pastillas diarias que actúan de forma sistémica.
  • Parches o geles: se absorben por la piel y tienen menos impacto hepático.
  • Óvulos o cremas vaginales: muy útiles cuando el dolor del bajo vientre está vinculado a la sequedad o a relaciones sexuales dolorosas.

Eso sí, no todas las mujeres son candidatas a la THS, y por eso es fundamental consultar con un profesional de la salud. Hay ciertos antecedentes (como trombosis, ciertos tipos de cáncer o enfermedades hepáticas) que pueden contraindicarla.

Para quienes no pueden o no desean seguir una terapia hormonal, existen opciones naturales o alternativas no hormonales que también pueden aliviar el dolor y mejorar el bienestar general: extractos de soja, trébol rojo, cohosh negro, omega 3, vitamina D o probióticos específicos para el equilibrio ginecológico. Su efectividad puede variar y lo ideal es tomarlos con seguimiento profesional.

La clave está en personalizar el tratamiento. Porque no hay una única menopausia, y no hay un único modo de aliviar el dolor del bajo vientre en la menopausia.

Cuándo preocuparse por el dolor del bajo vientre en la menopausia

No queremos alarmarte, pero sí darte herramientas para que sepas cuándo es momento de consultar a un profesional. Algunos signos de alerta son:

  • Dolor muy intenso o que no desaparece con reposo o remedios básicos.
  • – Sangrado vaginal después de la menopausia.
  • – Hinchazón persistente.
  • Fiebre, náuseas o vómitos.
  • – Cambios en el apetito o pérdida de peso inexplicable.

En estos casos, no lo dejes pasar. El dolor del bajo vientre en la menopausia puede ser algo pasajero… o una señal de que algo más necesita atención médica.

Escucha tu cuerpo: el primer paso para cuidarte

La menopausia no tiene por qué ser sinónimo de dolor ni de resignación. Escuchar lo que tu cuerpo te quiere decir y actuar en consecuencia es una forma de autocuidado profundo. Y el movimiento —sí, incluso ese que parece tan mínimo al principio— puede ser tu gran aliado para sentirte mejor.

El dolor del bajo vientre en la menopausia puede ser tormentoso, incluso nos atreveríamos a decir que desafiante, pero con información, apoyo profesional y buenos hábitos como el ejercicio adaptado, es posible vivir esta etapa con plenitud y bienestar.

En BHealthy, te acompañamos en ese camino. Con programas como Woman Training, pensados desde la experiencia de nuestras entrenadoras y, sobre todo, desde la empatía. Porque sabemos que cada cuerpo es distinto, pero todas merecemos sentirnos bien.

¿Te gustaría empezar a moverte con nosotras? Échale un vistazo a nuestros programas y empieza a cuidar de ti desde hoy mismo 💪💜

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